Una vez más, las reflexiones que realiza el profesor Santos Guerra en el blog el Adarve ha propiciado que mis neuronas se pongan en funcionamiento, ya no sé si cooperando y estableciendo relaciones o cada una actúa por separado. Ya me diréis.
En esta ocasión Miguel Ángel ha tocado un nuevo tema sensible en Educación, la atención a la diversidad, podéis leerlo en el post "El dromedario no es un camello defectuoso".
He aquí el comentario que realicé en su blog y que transcribo a continuación:
"Como casi siempre demuestra usted una gran capacidad y competencia en sus argumentaciones y, sobre todo, en la forma de presentárnosla.
Quisiera comentar algunas de los argumentos dados desde mi humilde experiencia docente en primaria.
En primer lugar, creo que la educación en nuestras aulas, especialmente en los centros públicos, es cada vez más inclusiva. Así lo vengo observando en mi realidad escolar y así lo voy comprobando en las experiencias que escriben o cuentan algunos colegas.
También es cierto que esta inclusividad no es por igual en todos los colectivos que usted nombra. Posiblemente en los alumnos que siempre hemos catalogado como de necesidades educativas especiales esta inclusión sea más efectiva. No olvidemos que, hasta no hace mucho tiempo, estos niños ni siquiera llegaban a los centros ordinarios. A este colectivo se le trata con cierta "normalidad" tanto por sus profesores como por sus compañeros, son diagnosticados para realizarle un tratamiento personalizado (ACI), son atendidos por un profesorado especializado (Pedagogía terapéutica) e incluso reciben la atención de servicios externos como los Equipos de Orientación Educativa (EOE), llamados así en Andalucía y en la mayoría de las comunidades son denominados(EOEP).
Quisiera hacer un lapsus y comentar algo en referencia a estos servicios (EOE, EOEP). No comprendo ni comprenderé nunca que en un Instituto de Secundaria cuenten con la presencia permanente de un orientador (pedagogo o psicólogo) y en cambio en los centros de primaria esta atención es comarcal, es decir, compartida por más centros.
Y digo que no entiendo este modelo porque donde realmente aparecen los problemas de aprendizaje es en la escuela, incluso en la educación infantil, y el éxito de un servicio psicopedagógico radica en el diagnóstico y la atención temprana. Será entonces más preciso un orientador (psicólogo o pedagogo) en la escuela que en un Instituto. Yo diría que son necesarios en ambas etapas educativas, pero principalmente en primaria. Porque cuando un niño llega al Instituto con dificultades en su aprendizaje ya poco se suele hacer por él en Secundaria.
Como usted bien dice la atención a la diversidad no sólo se circunscribe a esta tipología de alumnos, necesidades educativas especiales, ni tan siquiera a un espectro más amplio necesidades específicas de apoyo educativo (en donde estaría incluido el grupo anterior así como la integración tardía en el sistema educativo o las altas capacidades intelectuales, hoy de gran actualidad en Andalucía), sino que va referido a todo el alumnado que tenemos en nuestras aulas. Y aquí si que es más complicado la realización de una atención personalizada, a no ser que volvamos a sistemas como los de fichas utilizados en los años setenta con los modelos pedagógicos ligados a la Ley General de Educación.
Usted lo describe muy bien, "Imaginemos que en un Centro de Salud tuviera que atender un médico a los pacientes en grupos de 20 o de 30. Que tuviese que observar a todos los pacientes de forma simultánea durante un rato y luego recetar a todos la misma medicación".
Es cierto, es muy difícil de imaginar, el médico realiza una atención individualizada. Pero en los centros educativos si que contamos con una media de 25 alumnos que son tratados a la vez, y de ahí la gran complejidad de una atención a la diversidad, a lo sumo un buen docente podrá establecer tres grupos, los que obtienen resultados excelentes, los que obtienen unos resultados "normales" y los que presentan problemas en su aprendizaje. Si es capaz de atender a los tres grupos ya sería un éxito.
Usted sabe que en los centros escolares, el profesor/a de refuerzo o apoyo atiende, o al menos debiera atender, a los niños con problemas de aprendizaje que no están integrados dentro de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo. Esto no deja de ser una atención individualizada, aunque también es cierto que en muchos casos estos refuerzos o apoyos no se programan, no se utilizan otros métodos, estrategias, actividades o recursos distintos a los utilizados en el aula ordinaria, o bien no tienen una atención continuada en el tiempo (en muchos casos el profesor/a de apoyo suple las ausencias de otros colegas)...
Realmente una atención a la diversidad no puede recaer sólo en el maestro/a que está en el aula sino se requieren muchos más medios personales y eso supone más inversión en educación.
Pienso que, actualmente, la hormiga de la fábula le contestaría al elefante diciéndole su edad real. Cada uno empezaría a aceptar su diferencia y tratarían de respetar la diferencia del otro.
Al menos, eso quiero pensar...".
No sé si vosotros pensáis igual que yo o bien, vuestras realidades escolares son muy distintas a las que planteo. Espero vuestros comentarios.
Quisiera comentar algunas de los argumentos dados desde mi humilde experiencia docente en primaria.
En primer lugar, creo que la educación en nuestras aulas, especialmente en los centros públicos, es cada vez más inclusiva. Así lo vengo observando en mi realidad escolar y así lo voy comprobando en las experiencias que escriben o cuentan algunos colegas.
También es cierto que esta inclusividad no es por igual en todos los colectivos que usted nombra. Posiblemente en los alumnos que siempre hemos catalogado como de necesidades educativas especiales esta inclusión sea más efectiva. No olvidemos que, hasta no hace mucho tiempo, estos niños ni siquiera llegaban a los centros ordinarios. A este colectivo se le trata con cierta "normalidad" tanto por sus profesores como por sus compañeros, son diagnosticados para realizarle un tratamiento personalizado (ACI), son atendidos por un profesorado especializado (Pedagogía terapéutica) e incluso reciben la atención de servicios externos como los Equipos de Orientación Educativa (EOE), llamados así en Andalucía y en la mayoría de las comunidades son denominados(EOEP).
Quisiera hacer un lapsus y comentar algo en referencia a estos servicios (EOE, EOEP). No comprendo ni comprenderé nunca que en un Instituto de Secundaria cuenten con la presencia permanente de un orientador (pedagogo o psicólogo) y en cambio en los centros de primaria esta atención es comarcal, es decir, compartida por más centros.
Y digo que no entiendo este modelo porque donde realmente aparecen los problemas de aprendizaje es en la escuela, incluso en la educación infantil, y el éxito de un servicio psicopedagógico radica en el diagnóstico y la atención temprana. Será entonces más preciso un orientador (psicólogo o pedagogo) en la escuela que en un Instituto. Yo diría que son necesarios en ambas etapas educativas, pero principalmente en primaria. Porque cuando un niño llega al Instituto con dificultades en su aprendizaje ya poco se suele hacer por él en Secundaria.
Como usted bien dice la atención a la diversidad no sólo se circunscribe a esta tipología de alumnos, necesidades educativas especiales, ni tan siquiera a un espectro más amplio necesidades específicas de apoyo educativo (en donde estaría incluido el grupo anterior así como la integración tardía en el sistema educativo o las altas capacidades intelectuales, hoy de gran actualidad en Andalucía), sino que va referido a todo el alumnado que tenemos en nuestras aulas. Y aquí si que es más complicado la realización de una atención personalizada, a no ser que volvamos a sistemas como los de fichas utilizados en los años setenta con los modelos pedagógicos ligados a la Ley General de Educación.
Usted lo describe muy bien, "Imaginemos que en un Centro de Salud tuviera que atender un médico a los pacientes en grupos de 20 o de 30. Que tuviese que observar a todos los pacientes de forma simultánea durante un rato y luego recetar a todos la misma medicación".
Es cierto, es muy difícil de imaginar, el médico realiza una atención individualizada. Pero en los centros educativos si que contamos con una media de 25 alumnos que son tratados a la vez, y de ahí la gran complejidad de una atención a la diversidad, a lo sumo un buen docente podrá establecer tres grupos, los que obtienen resultados excelentes, los que obtienen unos resultados "normales" y los que presentan problemas en su aprendizaje. Si es capaz de atender a los tres grupos ya sería un éxito.
Usted sabe que en los centros escolares, el profesor/a de refuerzo o apoyo atiende, o al menos debiera atender, a los niños con problemas de aprendizaje que no están integrados dentro de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo. Esto no deja de ser una atención individualizada, aunque también es cierto que en muchos casos estos refuerzos o apoyos no se programan, no se utilizan otros métodos, estrategias, actividades o recursos distintos a los utilizados en el aula ordinaria, o bien no tienen una atención continuada en el tiempo (en muchos casos el profesor/a de apoyo suple las ausencias de otros colegas)...
Realmente una atención a la diversidad no puede recaer sólo en el maestro/a que está en el aula sino se requieren muchos más medios personales y eso supone más inversión en educación.
Pienso que, actualmente, la hormiga de la fábula le contestaría al elefante diciéndole su edad real. Cada uno empezaría a aceptar su diferencia y tratarían de respetar la diferencia del otro.
Al menos, eso quiero pensar...".
No sé si vosotros pensáis igual que yo o bien, vuestras realidades escolares son muy distintas a las que planteo. Espero vuestros comentarios.
2 comentarios:
Hola Juan Carlos me llamo Nacho, y me gustaría primeramente darte la enhorabuena por tu pagina web y tu blog. Las consulto con bastante asiduidad ya que son un buen recurso de nuestra área.
En Extremadura, donde llevo trabajando varios años la realidad es que los equipos de orientación acuden una vez a la semana a nuestro centro de educacion especial, donde la heterogeneidad es mas grande aún que un centro ordinario.
Creo necesario que se instauren estas figuras de manera permanente en los centros tanto de educación especial como los ordinarios, porque les daría tiempo a observar asiduamente a los alumnos de su centro y de coordinar mejor a tutores, y especialistas. Por otra parte también creo que seria mas eficaz la comunicación entre maestros de los alumnos que tienen una escolarización combinada (es decir alternar centro ordinario con el especifico), ya que en muchas ocasiones es escasa. Bueno un saludo.
Gracias Nacho por tu participación.
Indiscutiblemente si un centro ordinario necesita apoyo psicopedagógico qué puedo decir de un centro específico de educación especial. No conocía el dato que apuntas, pensaba que estos centros tendrían un atención prioritaria, pero por lo que me cuentas veo que se le trata como un centro ordinario, lamentable y demencial.
Después nos piden atención a la diversidad y mil y una cosa más, pero los que tienen que poner los medios se escaquean.
¡Qué fácil es decir lo que hay que hacer! Y qué complicado suele resultar hacerlo, más en educación.
Menos sabios, ideólogos, cabezas pensantes, iluminados... y menos gente en la retaguardia y más docentes en la práctica y en el frente de la guerra.
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