domingo, 16 de octubre de 2011

UTILIDAD DE LA EVALUACIÓN

Acabo de leer el post semanal de Miguel Ángel Santos Guerra en el adarve, en esta ocasión lo titula "Diagnóstico inútil". Como siempre, el profesor Santos nos muestra su clarividencia en temas pedagógicos, sobre todo cuando a evaluación se refiere, donde es un experto.  Desde la más humilde modestia me he atrevido a realizar un comentario al mismo que os traslado a continuación. Por reflexionar que no quede.

El diagnóstico es inútil si los instrumentos de medida son inútiles, el diagnóstico es inútil cuando no se saben interpretar los resultados, el diagnóstico es inútil cuando se miden aspectos que no tienen nada que ver con los resultados que se esperan…

Quizás sea ese el problema.

Se utilizan instrumentos y procedimientos de evaluación inútiles porque o no valoran los objetivos que pretendemos desarrollar o bien valora otros muy distintos. 

Si no sabemos qué evaluar, lógicamente, se nos planteará un problema a la hora de interpretar los resultados obtenidos y de realizar una reflexión sobre los mismos con la intención de efectuar cambios, ya sea en el proceso de enseñanza como en el de aprendizaje.


No obstante, a pesar de que se utilicen instrumentos y procedimientos poco acertados, no diría que inútiles, no se realizan diagnósticos reflexivos, no se produzcan cambios en la práctica del docente,…, a pesar de muchas otras cosas, la mayoría de los niños aprenden, y eso es un hecho contrastado,… otros aprenden poco, los menos, en muchas circunstancias por cuestiones que aún bien diagnosticadas habría que ver si tienen un solución posible. Los docentes no somos magos ni hacemos milagros…

Me imagino que el profesor Santos, en su vida o trayectoria como estudiante, no habrá sido tan afortunado como para que todos los profesores que incidieron en su formación fuesen precisamente unos grandes evaluadores, no obstante todos apreciamos su gran capacidad y sabiduría.

1 comentario:

Juanjocv dijo...

A vecee, cogiendo unas de las excusas que más nos gustan y en la que coincide Santos Guerra, la administración nos pide cosas muy raras en relación a lo que pasa en realidad en las aulas y lo que, no se si a ciencia cierta pero al menos intuimos, debería valer para como él mismo dice "convertir la evaluación en un proceso de reflexión encaminado a mejorar los aprendizajes de los alumnos y de las alumnas".

Me refiero a la amalgama de factores existentes a la hora de evaluar que no facilitan para nada la labor docente, y lo que es peor el aprendizaje del alumnado. Tenemos que tener en cuenta a la hora de evaluar los objetivos de etapa, los de ciclo, los del área, la relación con las competencias básicas, los contenidos usados (que no se deben confundir con los objetivos perseguidos), la metodología también influye y las tareas propuestas... y para colmo ahora nos sacan en nuestra área 8 criterios de evaluación por ciclo dificilmente aplicables a todo lo anterior y que suenan más a una constatación de objetivos operativos que a una enseñanza global y constructivista(más acorde con los tiempos y las ccbb). Y eso sin tener en cuenta la individualidad de a quién evaluamos y el progreso adquirido entre la evaluación inicial y la final sobre un aprendizaje concreto.
En fin, qué evaluamos, y cuándo evaluamos que esa es otra.