sábado, 25 de junio de 2011

EVALUAR, ¡DIFICIL TAREA!

Una vez más, no he podido resistirme a comentar un gran post de D. Miguel Ángel Santos Guerra, que titulaba "Evaluar con el corazón" y que publicaba en su blog "El Adarve". Podéis acceder al mismo con los enlaces que os acabo de marcar y os dejo mi comentario. Seguro que a vosotros también se os ocurrirán muchas otras cosas. Pues expresadlas...

"Estamos en tiempos de evaluación, y como siempre, nos centramos en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos. Diagnosticamos, predecimos, valoramos, tasamos, medimos, juzgamos y sentenciamos. Nos convertimos en abogados, fiscales, peritos y jueces. Difícil tarea,...

Sin embargo, cuando tratamos de evaluar el proceso de enseñanza, intentamos pasar rápido y a hurtadillas. Ahora el que está en el banquillo de los acusados es el profesor/a, y eso no gusta.

Es cierto, es más fácil echar balones fuera, derivar nuestra responsabilidad a otros, generalmente a las familias y a los propios alumnos, bueno..., y a la administración, porque no nos dota de los recursos materiales y personales imprescindibles para llevara cabo nuestra enseñanza en las mejores condiciones.

domingo, 5 de junio de 2011

EVALUACIÓN DE DIAGNÓSTICO O DIAGNÓSTICO DE LA EVALUACIÓN

Estamos inmersos en periodo de evaluaciones. Si antes, en junio, sólo se evaluaba a los alumnos, es decir se valoraba el proceso de aprendizaje, ahora la administración educativa está poniendo en tela de juicio otros aspectos de nuestro sistema educativa a través de distintas pruebas: de diagnóstico (en 4º de EPO y 2º de ESO) o escala (2º de primaria).

La finalidad de las mismas se centra en diagnosticar cuál es nivel de aprendizaje de los alumnos en función de su realidad y respecto a otros contextos educativos. Pero ello está dando lugar a que se analicen muchos otros aspectos:

El proceso de aprendizaje de cada alumno: si sólo se evaluara ésto las pruebas serían auténticamente inútiles. Acaso el proceso de evaluación continua que se viene realizando no aporta información suficiente para realizar esta valoración. El que tiene dificultades en su vida escolar suele ser el que obtiene puntuaciones más bajas en estas pruebas de diagnóstico.

Los libros de texto: los profesores cuando conocen los iítems de que constan las pruebas y qué tipo de cuestiones plantean, se da cuenta inmediatamente de que difieren mucho de las que ellos suelen aplicar.

"Son distintas de las que vienen en los libros de texto", suelen decir...

Entonces, ¿quién falla?, ¿las editoriales?, ¿los que elaboran las pruebas?... Resulta contradictorio cuando es la administración educativa la que se encarga de validar y homologar los libros de texto. ¿Cómo pueden ser válidos los tipos de actividades que plantean las 3-4 editoriales que copan la distribución de libros de texto en los centros andaluces cuando las cuestiones que se plantean a los alumnos y que forman parte de las pruebas de evaluación de diagnóstico son muy diferentes? Y en ese sentido se muestran muchos colegas cuando dicen que los niños no están acostumbrados a realizar este tipo de actividades.