En esta entrada os traslado la carta que me ha enviado mi colega y amiga Alda Reyno Freund, Directora de Carrera de Educación Física de la Universidad Andrés Bello (Viña del Mar, Chile) en la que trata de difundir el buen trabajo de unos profesores, en este caso, de su hijo Rodrigo. Todo un ejemplo a seguir, tanto el de los profesores como el del niño y su madre.
“Nos hemos acostumbrado a escuchar sólo críticas respecto de eventuales desaciertos y múltiples deficiencias de los profesores que forman a nuestros hijos, dejándonos la sensación de que no existen en el país profesores calificados. No hay espacios que recojan o identifiquen a los profesores o a las instituciones cuando se hacen las cosas bien o, mejor dicho, intentan con motivación, iniciativa y corazón vencer diversos obstáculos, todo ello acompañado, además, de buen humor, como lo señalaba el psicólogo Luis Canessa en la conferencia “Habilidades sociales y Emocionales”- Plan para mejorar la Convivencia Escolar - dictada en la Universidad Andrés Bello, el miércoles 30 de Mayo del presente año.
De verdad, soy una convencida de que son muchos los profesores meritorios que merecen ser reconocidos; por ello es para mí un deber moral compartir con ustedes una vivencia que da fe de la labor de un profesor que a través de la “educación, construye el puente de la libertad”, como manifestara Benito Baranda, al referirse a la labor docente.
El presente año, alumnos de 2do medio del Colegio Sagrados Corazones - Padres Franceses de Viña del Mar (SSCC), realizaron su viaje de estudios. Actividad que es parte del quehacer de muchos establecimientos particulares, en la que, generalmente, el profesor jefe y algún colega acompañan a un curso por una semana. Ésta no fue la excepción, sin embargo sí hubo algo diferente; y la diferencia radica en que en este curso hay un alumno con mielomeningocele (lesión severa a la columna). Esta lesión conlleva, entre otras cosas, el uso de bastones y la dificultad de desplazarse con fluidez. Pero nada fue obstáculo para el colegio, dado que, desde un principio, se planteó la idea de que todos debían viajar y participar de las actividades por igual, a pesar de no ser un colegio de integración. Evidentemente, para los profesores la participación de este niño significó una doble preocupación, la cual desde un principio fue por ellos minimizada. Por el contrario, tanto el profesor jefe como el director de ciclo asumieron este viaje como “un desafío interesante” al que no podían faltar.
Se tomaron los resguardos básicos y comenzó el viaje. Para Rodrigo, mi hijo, era la primera vez que viajaba sin su familia, o alguien muy cercano que lo acompañara. No es un alumno completamente autónomo, necesita de supervisión constante. Sin embargo, el profesor jefe y el director solicitaron una reunión especial para conocer todos los detalles que fuera necesarios cubrir, todo ello aparte de todas las necesidades que tuviesen los compañeros de curso, asumiendo una mayor carga de trabajo.
Los reportes fueron constantes, sin siquiera ser solicitados, pero siempre positivos y cada día con una nueva meta que se planteaban los mismos colegas, como por ejemplo: ayuda en la ducha, en las decisiones de “qué ponerse” para el día siguiente, hacer compras, etc.
Todos los días del viaje fueron aprendizajes significativos para Rodrigo. Cada día aportaba algo nuevo para él, dado que por primera vez debía resolver situaciones a las que no estaba acostumbrado. Supongo que lo vivido en este viaje de estudios “tan especial” es una suma de experiencias para la vida, experiencias que no había logrado construir en sus 16 años.
Como todos los viajes al norte, una de las metas fue el Valle de la Luna. Para Rodrigo no existía posibilidad alguna de llegar a la cima. Era mucho más simple decidir que esperase en el bus con los que se quisieran quedar. Sin embargo, los profesores, con la ayuda de sus compañeros y Alex Saffa, (organizador del viaje- Satour viajes), decidieron buscar la forma para que Rodrigo llegase a lo más alto. Para ello, tomaron el piso que necesitó llevar para poder ducharse, lo amarraron y lo utilizaron como carruaje. Los compañeros de curso se iban turnando cada cierta distancia y así, con la ayuda de todos, Rodrigo llegó a la cima y disfrutó junto a sus compañeros de curso lo hermoso del lugar.
¡Cuánto aprendizaje hubo en este viaje! El compañerismo, la solidaridad, la empatía y el trabajo en equipo se hacían siempre presentes. La iniciativa fue tan exitosa que lugareños y guarda- parques se acercaron a los alumnos y los felicitaron por la labor realizada.
Como mamá, no tengo palabras para agradecer todo lo realizado. Cada día, cada paso, cada actividad en la que profesores, compañeros de curso y organizadores del viaje colaboraron para que Rodrigo se sintiera tan bien como se escuchaba por teléfono, significan una experiencia de vida y de compañerismo de un valor incalculable.
Como persona, reconozco en la labor de estos profesores la construcción de vínculos, donde todos se relacionen con dignidad, dando confianza, generando autonomía e independencia, aceptando el desafío de cooperar desde el aula en la vida de los niños y adolescentes con situación vulnerable que requieren un apoyo personalizado.
Como apoderada, sólo me resta dar las gracias y felicitar al colegio Sagrados Corazones – Padres Franceses de Viña del Mar por su cuerpo docente, materializándola en los profesores, Victoria Cancino, Patricio Barra y el Director de Ciclo, Cristian Ayala, por esa actitud que los lleva a ver en el alumno, una persona a quien se puede y se debe ayudar. Esta muestra de su verdadera vocación y la importancia de su trabajo regaló a mi hijo un “viaje especial” que, seguramente, hoy no logre dimensionar, pero su legado perdurará por siempre, porque, como dice la frase popular: “una imagen vale más que mil palabras”, y la imagen entregada a mi hijo fue la del ejemplo de personas con voluntad y con la fortaleza necesaria para lograr aquello que consideran bueno y valioso y, de este modo, conseguir así vencer los obstáculos demostrándole que era capaz de alcanzar metas que antes le pudiesen haber parecido inalcanzables. Todo lo anterior manifiesta que hay que ser optimistas y considerar posible la construcción de un mundo mejor para todos. En lo narrado, espero que se muestre una imagen fuerte: la imagen de Profesores de Calidad.
¡¡¡GRACIAS!!! "
1 comentario:
Hay que seguir luchando a pesar de las adversidades, y esto es un ejemplo de ello.¡Conmovedor y digno de admirar! Mi más sincera Enhorabuena.
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