Acabo de leer el post semanal del profesor Miguel Ángel Santos Guerra en el blog el adarve. En esta ocasión ha escrito un comentario titulado "la infancia robada" al que no me he podido resistir a realizar un comentario que os traslado a continuación. El profesor habla de infancia robada, yo esta etapa la ampliaría a toda existencia de las personas a las que hace alusión. Por ello más que hablar de infancia, sería más acertado hablar de toda una vida, porque las consecuencias se trasladan y se padecen también en el futuro.
Llega la Navidad y nos acordamos de los que
sufren todo tipo de miserias. Y está muy bien aprovechar estas fechas
para denunciarlo, pero ¿y el resto del año?, volvemos a nuestra amnesia…
¿Cómo evitarlo y combatirlo? Se me antoja complicado…
La personas de a pie contribuimos con las limosnas, apadrinando
niños, enviando libros, cuadernos, làpices… a colegios perdidos en este
mundo, y tantas otras medidas que nos proponen las ONGs. Pero todo ésto,
que está muy bien, resulta insuficiente, así nos lo demuestra la
realidad.
Las acciones de mayor peso debe partir de los gobiernos de los países
desarrollados, por ejemplo con el tan manoseado 0,7%. Pero estas
medidas chocan frontalmente con los intereses políticos y económicos,
que suelen ser muy distintos.
Ante las injusticias los gobiernos miran hacia otro lado (Otorgación
del premio Novel de la Paz y censura del gobierno chino, conflicto
Israel-Palestina, Dictadura de Corea del Norte, Sometimiento del pueblo
Saharaui por Marruecos, el hambre en los países pobres, las guerras
eternas en países subdesarrollados…).
Y todas estas penurias y desgracias la sufren millones de personas, entre ellas los niños.
Hablar de educación y escuela es fundamental, pero antes hay que resolver los conflictos que dan lugar a estas injusticias.
Y se me antoja, tal y como nos demuestra la realidad, que nuestros
gobernantes sólo lo resuelven con otros conflictos, véase Irak o
Afganistán.
Y mientras, nosotros debatiendo los resultados del informe PISA, que
no deja de ser desalentador tanto en España como en Andalucía. Pero ésto
es otra historia, que seguro que Miguel Ángel tendrá apuntado en su
agenda para comentarlo en el futuro.
Feliz Navidad y que el año próximo sea lo más llevadero posible para los desheredados y marginados.