jueves, 5 de agosto de 2010

LA "ROJA", UN EJEMPLO DE EDUCACIÓN EN VALORES


¡Por fín España es campeona del mundo en fútbol!, tras los intentos fallidos de otras generaciones de futbolistas, ¡ya nos tocaba!

El triunfo de la “roja” no sólo es de carácter deportivo sino que trasciende más aún, ha ido acompañado por la práctica unos valores claramente definidos, ligados a la deportividad y el juego limpio. El éxito deportivo de la selección se ha consolidado a través del esfuerzo personal y colectivo de todos sus componentes, pero también mediante el respeto al rival y a las reglas del juego, la humildad, el afán de superación, el compromiso, la responsabilidad, el trabajo en equipo, el espíritu ganador, el altruismo, la superación de obstáculos (como ante la primera derrota frente a Suiza o la las ferreas defensas de los rivales), la búsqueda de un objetivo colectivo común, la alegría, el desparpajo ante situaciones de gran tensión, la valentía, el honor, el saber ganar y perder, la práctica de un juego limpio sin violencia, la sana ambición, el orgullo, la tenacidad, el equilibrio, la serenidad, la creatividad, el uso de la inteligencia, el trabajo bien ejecutado, la cooperación, la camaradería, el compañerismo, la seguridad en sus propias capacidades así como en las de sus compañeros y en el equipo técnico, la confianza mutua, el saber estar, la ilusión, la esperanza, el ingenio, la honradez,… y tantos otros valores, actitudes y normas que en este momento quedan en el olvido.


Sin duda, la selección nos ha enseñado y transmitido una multitud de valores, nos ha regalado clases magistrales de educación en valores. Valores plenamente incorporables a la educación, y especialmente al área de Educación Física. No sólo nos quedemos en el triunfo y en el éxito, aprovechémoslos y transmitámoselos a nuestros alumnos.

La “roja” con el seleccionador a la cabeza nos ha demostrado que en el deporte no vale ganar a consta de lo que sea, que ya está bien de haya entrenadores de base en donde prevalezcan frases como “si pasa el balón que no pase el jugador”, o bien “cuando llegues al área te tiras a ver si el arbitro pica y pita penalty”.

Ganar está bien, yo diría que sienta de maravilla, todavía quedan en nuestras retinas las celebraciones de cada una de las victorias de la selección, de los balcones engalanados de banderas, del buen rollo que nos acompañaba con los demás, de ese lucir nuestra camiseta por las calles, de esos baños en piscinas, playas y fuentes de todo el territorio español, de esa euforia colectiva que jamás había vivido antes… Pero cuando se gana jugando bien y de forma deportiva se saborea y se disfruta mejor. Así lo hemos vivido en este país, hasta ahora gafado en el fútbol, y así lo han observado en todo el mundo.

El éxito de España es fruto del triunfo colectivo, este mundial no será recordado por individualidades con nombres como Pelé, Muller, Kempes, Maradona, Zidanne o Ronaldo, sino por el juego de grupo, por el tiqui-taca, porque tocar significa compartir y cuando se comparte se ponen en juego todos los valores señalados anteriormente. Enseñemos los valores intrínsecos del tiqui-taca a nuestros alumnos y seguro que los estaremos educando convenientemente.

Disfrutemos, somos campeones del mundo!! Pero no nos olvidemos cómo se ha llegado a ello, sólo así podremos volver a lograr otras estrellitas en la camiseta. Sabemos cual es el camino, no nos apartemos del mismo. Indiscutiblemente la calidad de nuestros jugadores es manifiesta, también lo era la que disponían otros jugadores de selecciones anteriores, pero nos quedamos con la miel en los labios, ahora que hemos saboreado el dulce sabor de la victoria nos gustaría seguir repitiendo.

UN CAMPEÓN DEL MUNDO...
(El triunfo de la selección es un triunfo de y para todos)

1 comentario:

CHOL dijo...

Creo que lo más importante de todo es que existe una serie de personas (Nadal, Selección de basket, el fútbol) que nos presentan una imagen muy cercana a todos nosotros, gente como cualquiera que se divierte haciendo lo que más les gusta y que no llevan esa imagen de estrella inaccesible.