domingo, 6 de septiembre de 2015

...OTRA VEZ CON LOS HORARIOS DE EF

Se inicia un nuevo curso y surge, una vez más, el debate de las horas y sesiones dedicadas al área de EF dentro del horario semanal. Este curso, se acentúa en comunidades como Andalucía en donde las sesiones se van a realizar de cuarenta y cinco minutos. Con ello, en materias como la nuestra, se resuelve el problema de cuadrar los horarios mínimos que establece la administración educativa. Porque, si bien es cierto que los centros, dentro de su autonomía pedagógica, pueden aumentar el horario de EF, la realidad nos demuestra que este tiempo se suele dedicar a las materias troncales. Para la administración es más preocupante cuadrar horarios que el desarrollar de un modo decente, coherente y equilibrido una asignatura.

Para no ceñirme exclusivamente a nuestra área, miro a mis colegas de música con 45 minutos semanales que se ven reducidos a la nada si les toca después de una entrada al aula (ya sea a primera hora o después del recreo) o salida de ésta, o mientras que cambia de clase, lleva los bártulos de un lado a otro, los niños sacan el material,... Lo mismo se puede aplicar a la plástica o la religión (en los centros que se han quedado con una sola sesión semanal).

Aparentemente en EF no nos podemos quejar, para sociales y naturales se destinan también dos sesiones semanales... Ya me gustaría ver en qué centros se queda definitivamente este desglose temporal. Seguro que se les completa con alguna sesión más dentro de las que el centro establece dentro de su autonomía.


Retomando la EF, con dos sesiones semanales de 45 minutos todos sabemos lo que ocurrirá, algo similar a los colegas de música, o peor, porque nosotros solemos mover más material. Las explicaciones o informaciones iniciales se deberán reducir al mínimo. Al terminar la sesión los niños deberán beber agua como los patos, de asearse ni lo menciono, no va a ser necesario volver a la calma porque no sé si dará tiempo a irritarse o a echar a sudar... Vamos... que en el mejor de los casos dispondremos de 30 minutos.

Sinceramente, para que haya asignaturas testimoniales en los centros educativos, sea de la etapa que sea, mejor que las eliminen. ¿Qué se podrá hacer con 30 minutos de música a la semana? ¿Qué podremos desarrollar con dos sesiones de unos 30 minutos  de EF a la semana? POCO o NADA. Si a las familias no le interesan estas áreas, si a los claustros menos, y la administración educativa tampoco toma una postura seria en el asunto, pues que las eliminen, que las supriman del currículo. O se dan de una forma rigurossa o que no se impartan.

No voy a justificar la necesidad de nuestra área, los que somos de EF la conocemos de sobra. Estamos hartos de estar justificando su presencia dentro del currículo con un peso específico en el horario semanal (supongo que este blog lo leen fundamentalmente especialistas en esta área). Se ha justificado por activa y por pasiva en diferentes ámbitos, las investigaciones científicas lo corroboran, los alumnos lo exigen,...  Por ello hay que irse planteando el todo o la nada. Ya está bien de ir mendigando...

¿Qué tipo de alumno queremos? ¿Qué tipo de adulto esperamos? ¿Qué preparación o formación necesitan nuestros hijos? Hasta que no se analicen cuestiones como éstas será complicado que se tomen medidas educativas efectivas, se proponga un currículo equilibrado, se establezcan horarios adecuados,... En definitiva, hasta que se llegue a un consenso en educación y no haya que estar "mareando la perdiz" cada vez haya alternacia política en el gobierno.

Dicho esto, seguiremos tomándono en serio nuestra área, sea el tiempo que sea, porque afortunadamente a la mayoría de los docentes nos gusta y nos preocupa. E intentaremos, realizando un gran trabajo en los patios y en los gimnasios, justificar la necesidad de la EF en el currículo con un tratamiento más preferencial y no testimonial.  Así es, mientras que en lengua y matemáticas, por ejemplo, no hay que justificar nada, intrínsecamente se sobreentiende por ser áreas instrumentales, en EF tendremos que seguir justificándolo día a día, sesión a sesión, para que las familias, nuestros compañeros y la administración se den cuenta de su importancia. La EF también es un área instrumental para la vida. Afortunadamente, los alumnos, que son más inteligentes, llevan mucho tiempo sabiéndolo. Así lo manifiestan...








1 comentario:

estebandelashg dijo...

¡Hola Juan Carlos! Yo tengo la "suerte" de tener este año tres sesiones de 45 minutos en cada uno de los cursos, desde primero a sexto, aunque yo sólo impartiré clases a los primeros, cuartos y sextos, reparto estipulado por el equipo directivo con mi compañera de Educación física, la cual se encargará del resto de la etapa.

A lo que vamos, es de risa, establecer el horario de las sesiones en 45 minutos. No lo entiendo. Cuando por ley, se habla de la posibilidad de establecer un horario de 45 a 60 minutos en función de las necesidades del centro. Como tú bien comentas en tu post, con este minutaje prácticamente no da tiempo a nada (subes y bajas, sacas material, explicas, etc) así que de nuevo toca reinventarnos.

Los tecnócratas de turno deberían de reflexionar sobre la propuesta curricular, y eliminar ciertas asignaturas, ¿de qué vale una asignatura de valores? ¿Explicar valores de forma teórica una vez a la semana? ¿Explicar lo que es el respeto, la cooperación? Pero si en nuestro área ya se trabajan todos estos aspectos, y lo mejor de todos, no es que se trabajen, es que se viven en primera persona, y a través de una fuente de motivación inagotable como es el juego. ¿Por qué no aumentamos las horas de Educación Física a 5 sesiones semanales y eliminamos aquellas que prácticamente no sirven de nada?

En fin. Es un sin sentido. La administración desgraciadamente no suele escuchar mucho y así nos va. Seguiremos en la lucha, en los patios, con calor, frío, viento o lluvia. Dándole la importancia que se merece a nuestra asignatura, demostrado por numerosos estudios.

Un fuerte abrazo. ¡Feliz inicio de curso!