lunes, 19 de octubre de 2009

POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA. O CÓMO SE UTILIZA LA EDUCACIÓN FÍSICA PARA HACER POLÍTICA.


Tras la publicación del Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria, el área de Educación Física dio un paso atrás respecto a la legislación LOGSE. El horario mínimo semanal que contemplaba este Real Decreto para esta área se veía reducido. Si bien la filosofía de este horario es de ser el mínimo, lo cierto es que tanto las Consejerías de Educación de la mayoría de las comunidades autónomas lo han mantenido en su legislación curricular, como que los Claustros han aprovechado la oportunidad para establecerlos como obligatorios, dejando el resto del horario para completar las 50 horas semanales por ciclo con el fin de potenciar las áreas instrumentales.

Con la candidatura olímpica de Madrid 2016 nuestro presidente del gobierno, el señor José Luis Rodríguez Zapatero, anunciaba en Copenhague ante el Comité Olímpico Internacional que si Madrid era elegida como ciudad olímpica para el 2016 en los centros escolares se aumentaría en una hora las clases de Educación Física. Eso quiere decir que como no ha sido seleccionada nos quedaremos como estamos, entonces ¿cuál es el espíritu olímpico de nuestro gobierno? ¿Es que en este país sólo tenemos espíritu olímpico cuando nos conviene?

España destaca en el deporte actual, lo vemos a diario, en baloncesto, fútbol, voley, balonmano, ciclismo, tenis, hockey, golf, motociclismo, fórmula 1… Se dice que vivimos en la edad de oro del deporte español, este buen momento se extiende tanto a los deportes colectivos como individuales. Y precisamente estos deportistas que triunfan actualmente son fruto de la Educación LOGSE, esa ley educativa tan maltratada hasta por sus propios legisladores.

Para más inri, esta semana leo en la prensa que el ministro de Educación, el señor Ángel Gabilondo, ha firmado con el presidente del Comité Olímpico Español, el señor Alejandro Blanco, un convenio de colaboración para promocionar los valores olímpicos y deportivos en el sistema educativo español. Y yo me pregunto, ¿Conoce el señor ministro cuál es el currículo del área de Educación física? Porque si lo conociera se daría cuenta que no son necesarios estos tipos de acuerdos o convenios, porque eso ya se viene trabajando en nuestras aulas desde hace mucho tiempo.

Los Juegos Olímpicos son objeto de estudio en muchas programaciones del profesorado de Educación física. Los valores del olimpismo y del deporte están incluidos dentro de los objetivos y contenidos que prevee el currículo de nuestra área: el respeto al contrario, el respeto de las reglas, el respeto a los jueces y árbitros, el saber ganar y perder, la cooperación y la colaboración, la comunicación y la confianza en los demás, la resolución pacífica de conflictos, la eliminación de estereotipos sexistas, la aceptación de los roles de cada uno dentro del juego, el esfuerzo personal y colectivo, la autosuperación y la perseverancia, la valoración del deporte como elemento de mejora de la salud y la calidad de vida, la mejora de la autonomía personal y la autoestima, el interés por la mejora de la competencia motriz, el conocimiento de si mismo y de las propias posibilidades y limitaciones, la valoración de las diferencias individuales y del nivel de habilidad, la asunción de responsabilidades y compromisos personales y grupales, la utilización correcta de materiales e instalaciones, la previsión de los peligros ante una actuación, la adopción de normas de seguridad, la valoración del juego como medio de disfrute, de relación y de empleo del tiempo de ocio, la valoración del juego y el deporte como fenómenos sociales y culturales…

Señor ministro, todas estas actitudes, valores y normas ya se trabajan y se desarrollan con nuestros alumnos en las clases de Educación física, créame los especialistas en esta área lo tenemos en cuenta, ustedes, los políticos, así lo regularon en los currículos oficiales.

Como se puede observar sólo he relacionado algunas de las actitudes, valores y normas que desarrollan en nuestra área, además no olvidemos los objetivos y contenidos motrices que son los medios con los que se ponen en práctica. Es mucho e interesante, ¿verdad?, pues se necesita más tiempo en el horario para poder trabajarlos en profundidad. Y un trabajo tan difícil y complicado requiere de buenos profesionales, de un personal especializado, no vale cualquiera, un maestro de a pie no conoce todas estas posibilidades, por ello para impartir estas clases, así como en otras especialidades, es necesario formar especialistas, no maestros generalistas. En esta línea es en la que hay que avanzar si de verdad se quiere una educación de calidad y una formación humana impregnada de los valores positivos que parten del olimpismo y del deporte
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3 comentarios:

José Emilio Pérez dijo...

La Educación Física no debería pretender ser una cantera deportiva. No es su finalidad y nos acercaríamos más a actividades extraescolares con una visión más recreativa, funcional, que educativa.
Desde el rendimiento deportivo, Barcelona 92 fue un ejemplo sobre la aparición de deportistas de élite basándose en la detección temprana y en el entrenamiento enfocado al alto rendimiento; y no tanto por el número de federados o la promoción del deporte.
En algunos artículos se demuestra la falacia que representan actualmente los valores olímpicos, quedando demostrado con la candidatura de China, país que no respeta los derechos humanos y cuyo mérito es ser la principal potencia emergente.
Me parece muy interesante todo el glosario de actitudes que se pueden fomentar a través del deporte.
Creo que el maestro generalista es un acierto para la educación en general, y puede ser cierto que un atraso para la especialidad de EF, aunque se podría seguir teniendo prensente la figura del especialista.

Juan Carlos Muñoz Díaz dijo...

José Emilio, agradezco tu comentario, pero me parece que no has cogido la idea fundamental del artículo.

Lo que trataba de demostrar es que nuestra área es importante, que requiere un número de horas mayor, que la sociedad de los valores requiere la presencia de la Educación Física puesto que nuestra área, como bien dices, es un medio ideal para el desarrollo de los mismos, de ahí su carácter educativo y formativo, que los políticos no cojan la escuela como un cajón de satre, que no traten de inventar la "polvora" cuando ya está inventada...

Relacionar Barcelona 92 y la posterior explosión del deporte español con el tratamiento que le dió la LOGSE al área de Educación Física, especialmente en primaria (se le otorgo un curriculo propio, se empezaron a formar especialistas en las antiguas escuelas de magisterio, a los centros se les dotó de material, se planteó un horario propio para la especialidad...) es una licencia que me he marcado, no sé si con rigor científico o no, eso podía ser motivo de estudio, pero algo de relación debe haber vistos los resultados.

Ciertamente el mundo del olimpismo y el deporte profesional busca el el alto rendimiento y efectivamente ese no es el fin último desde nuestra área, nuestros objetivos van enfocados az mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, pero también el transmitir une stilo de vida físicamente activo, y algunos niños en base a ese estilo pueden optar por ir un poco más allá, es decir a la competición, y posiblemente si sentamos unas buenas bases en las escuelas y en los institutos es posible que el número de niños que se decantan por el rendimiento deportivo aumente, o acaso, ¿todo lo relacionado con el deporte y la alta competición es malo? ¿Algunas virtudes tendrá...? Ejemplos de ello los hay.

Los valores olímpicos no son más que valores, en principio buenos y por eso los desarrollo en mis clases, si después se degradan y se mal interpretan eso es otro tema. Nosotros educamos con la intención de formar gente de bien, pero después no todo depende de esta formación, los medios, las familias y la sociedad difunden otros menjases, pero por eso no soy derrotista y cejo en mi empeño.

José Emilio Pérez dijo...

En mi último comentario hago un popurrí de puntualizaciones y tal vez no me he centrado en la idea principal, tal y como comentas.
Como bien explicas, Barcelona 92 tuvo un efecto positivo en muchas facetas (ej. aumento de práctica de la actividad física), y también, en la EF. Lo peligroso sería depender de este tipo de eventos para vernos beneficiados.
El olimpismo, tal y como se "vende", tiene valores muy dignos de ser fomentados. También creo que se debería concienciar críticamente al alumnado del uso de los mismos para intereses personales y desenmascarar otros no tan positivos (y no solo me refiero al doping).
Tal vez no sea fácil ni justo aceptar un bien y un mal absoluto. Y esto lo podemos relacionar con el deporte de alto rendimiento, que como en muchos otros aspectos de la vida, tiene sus virtudes y defectos. Lo que estoy seguro es que las grandes marcas deportivas que se benefician del mismo, van a ser las que nos muestras únicamente su "cara bonita".
En general te le felicito por tus exposiciones, porque están muy bien razonadas.
Un saludo.