Con la entrada del Plan Bolonia el antiguo magisterio se reduce a dos especialidades en la formación universitaria, infantil y primaria, dentro de cada una de ellas está previsto que en el último curso de graduación, son cuatro, los futuros docentes opten por elegir una cierta especialización en determinadas áreas, por ejemplo en Educación Física, a eso le denominan menciones.
Ante ello, me pregunto: ¿a quién beneficia esa formación?
Al propio profesorado, es de esperar que con un año más de carrera el maestro salga mejor preparado. ¿Preparado en qué?, me vuelvo a preguntar. En una formación genérica apartada de la realidad escolar... En una formación ambigua que no especialice al docente en las distintas disciplinas de que consta el currículo...
Al alumnado, esta formación más amplia, que no sé si más completa, es de suponer que repercutirá en mejorar el proceso de enseñanza del alumnado.