Acabo de leer un post titulado "Sobre la formación permanente del profesorado" escrito en su blog por Fernando Trujillo, profesor de la Universidad de Granada. Su lectura me ha hecho reflexionar sobre diferentes cuestuiones y ha dado pie a que escriba una entrada sobre esta temática "EXPERIENCIA Y EVIDENCIA".
Últimamente estos dos vocablos me están rondando por distintas vías. He llegado a escribir que ciencia y didáctica han de coexistir, que ambos deben ir de la mano y alimentarse mutuamente. Que en educación se ha de investigar, entre otras razones, para poder mejorar la práctica.
La entrada de Fernando no tiene desperdicio, se tocan diferentes ámbitos de la formación. Me quedo con una idea para reflexionar sobre ella.
"La formación permanente del profesorado comienza en la universidad, en
los estudios superiores que conducen a tener la titulación pertinente
para poder trabajar en el sistema educativo. Si no existen vías de
diálogo entre la universidad y las consejerías de educación, la
formación se quiebra en dos etapas desconectadas, perdiendo eficacia y
aumentando el gasto posterior".
El profesor Trujillo aporta algunas vías para conectar la formación inicial del universitario con la realidad escolar. Una de ellas es la que ha centrado mi interés para escribir esta entrada:
"Vincular a una universidad con un centro educativo determinado, y a un investigador universitario con un docente".
¡Qué gran idea! Es una forma de vincular la experiencia de un docente con la evidencia científica que puede aportar el investigador universitario.